Una Campeona en todo sentido

Mientras anoche veía el partido y la entrega de premios por ESPN, por un momento, me quise adelantar a lo que sucedería en la vida de Kim Clijsters unas horas más tarde de la final.
Cuando se gana un torneo tan importante, tan grande, uno no "registra" muy bien todo lo que está pasando y lo que recién consiguió. Pero imagínense 4 o 5 horas más tarde, después de la conferencia de prensa, la cena con todo el staff, la familia. Imagínense el momento en el que Kim, anoche, llegó a su hotel, metió a su hija en la cama y se quedó junto con su marido, y por supuesto su trofeo, sentada en la habitación del hotel donde se hospeda en Manhattan...

Cuántas cosas habrán pasado por su cabeza, su papá (fallecido recientemente), el nacimiento de su hija, la exhibición de Wimbledon y tan rápido como la vida misma, se encuentra en un hotel de Nueva York con el trofeo de campeona del US Open.¡¡¡ Increíble e Indescriptible!!!

Kim siempre fue una chica muy carismática en el circuito, querida y respetada por todos, y todas. Su retiro del tenis fue muy doloroso para un circuito que la iba a extrañar demasiado, pero ya algunos se atrevían a decir "es muy joven, cuando sea mamá y pase un tiempo, volverá". Por suerte, así fue. Y volvió a lo grande, como más les gusta a los americanos y como decía anoche nuestro compañero Luis Alfredo "como si de una historia de Disney se tratara".

Hablando un poco de su tenis, es simplemente espectacular, su físico de 10, su derecha plana y rápida, su revés con mucho top, donde la pelota pica y sale rapidísimo y sobre todo, su concepto del tenis, con las ideas muy claras y que sólo pueden "nublarse" por los nervios, como le pasó anoche entre el segundo y el séptimo game del primer set, donde Wozniacki, dignísima finalista y gran jugadora, estuvo a punto de ponerse set arriba aprovechando los errores que Kim cometía fruto de sus nervios.

En lo personal, Kim es una persona a la que admiro profundamente. Este domingo disfruté con su victoria muchísimo y, más allá de lo que me gusta su tenis, me gusta ella como persona, por su amabilidad, su educación y su sencillez.

El viernes, mientras llovía en Nueva York y la adrenalina de los jugadores subía sin parar por la incertidumbre, recibí una invitación de Kim en su facebook, una prueba más de su sencillez, su calma y su confianza en lo que hace.

De Wozniacki, simplemente decir que se merece todos mis respetos por el gran partido que hizo, en un escenario que la podría haber "anulado" desde el primer minuto de partido, pero sin embargo demostró un gran carisma y nos regaló junto con Kim una de las mejores finales de los últimos años, en los que ya estábamos un poco cansados de ver finales que no estaban a la altura que deben.

Caroline tiene un revés que le da muchos puntos, una derecha correcta aunque puede mejorarla y un saque bastante bueno. Su movilidad puede mejorar y, si lo hace, será durísimo ganarle porque aún con ese handicap, devuelve muchísimas pelotas y comete muy pocos errores no forzados.

LA PEOR CARA
Lo peor de este US Open, sin duda, fue la vergonzosa actitud de Serena Williams en las semifinales contra Clijsters. La americana rompió primero una raqueta con una agresividad que rompe los códigos de este deporte, aunque a todos nos puede pasar en un mal día. Pero lo que fue realmente inaceptable es la forma en que le habló a la jueza de línea, su amenaza y también su lenguaje corporal, desafiante y prepotente nos avergonzó a todos.

Por suerte, al árbitro y al referee (juez árbitro) no les tembló el pulso y le dieron su segundo warning, algo que le suponía la derrota.

Por si fuera poco, después de haberle dicho a la juez de línea apuntándole con su raqueta "juro por Dios que voy a agarrar esta pelota y te la voy a hacer tragar, ¿me oyes? Lo juro por Dios" ni siquiera le pidió disculpas antes de irse de la cancha, ni tampoco en la sala de prensa.
La multa, de 10.500 dólares, no la preocupará demasiado seguramente, pero la ITF estudia una sanción aún mayor, en la que incluso se habla de suspenderla por algunos meses sin poder jugar torneos oficiales.

Serena es la mejor jugadora del mundo en estos momentos, pero su actitud siempre ha sido la peor cara de su juego.