Campeones para Chile otro gran exito

Acababa de terminar la final entre Kim Clijsters y Venus Williams, y el tenista chileno Fernando González ya estaba en la entrada del complejo de Crandon Park intentando vender aún más entradas para el evento catalogado como "Campeones para Chile".

González sigue tomando cartas en el asunto, "no se olvida" y realmente ha hecho todo lo posible por aprovechar su status de figura pública y su influencia para recaudar dinero para los damnificados por los terremotos y los tsunamis en Chile.

Desde conferencias de prensa hasta la organización de este partido de exhibición.

Un partido para no perderse entre Jim Courier, Andy Roddick, Gustavo Kuerten y Fernando González. Aunque la velada se inició con Nicholas Marks tocando flamenco, algo que le dio vida a un evento que antes del inicio ya había ganado.

Courier viajó hasta Miami especialmente para la exhibición. Roddick fue el primero en dar el sí y participó a pesar de que jugaba la final el domingo. Kuerten canceló las vacaciones con su familia para asistir. Y González, quien desde el inicio admitió "estar pensando más en el sábado que en el torneo", fue el precursor.

Ayudar era la principal razón pero el partido que protagonizaron tres ex número 1 del mundo estuvo más que entretenido.

Roddick, ya acostumbrado a este tipo de eventos, hizo las de "capitán" y le puso la chispa al partido. Desde el inicio ya se burlaba de "Guga" y el sonido de su respiración al pegar sus golpes. Luego llegó el turno de González, a quien le pedía que "se de vuelta para mostrar su mejor lado".

Y cuando lo hizo, conectó con su trasero lo que despertó las sonrisas y los gritos de los aficionados. Ni siquiera su compañero de equipo Courier se salvó de las bromas de Roddick.

"Tengo que cubrir toda la cancha porque ya no se cómo te puedes mover Jimbo", bromeó A-Rod. González exhibió toda su potencia en sus golpes y retó a Roddick, quien le ganó una batalla de "Gran Willy", y tras acertar el winner entre sus piernas se fue del estadio por un breve momento. "¿Ya me puedo ir?", preguntó el norteamericano que el domingo disputará la final ante Thomas Berdych. Luego volvió ante el pedido de la gente y trajo consigo al indio Leander Paes, quien estaba viendo el encuentro desde el túnel y minutos antes había ganado su título número 43 en dobles. Más risas y más aplausos.