Wimbledon: Cuarta Ronda
Federer superó al sueco Robin Soderling por 6-4, 7-6 (7-5) y 7-6 (7-5), dejando así en 11-0 el récord que ostenta sobre el escandinavo en el circuito profesional, con el agregado de haber cedido apenas un set.
Es más: Federer venía de ganarle a Soderling en la reciente final de Roland Garros, donde el helvético logró coronarse en esa superficie que le era esquiva.
Federer, quíntuple campeón en el tradicional césped del torneo londinense y finalista en la última edición, volvió a actuar con autoridad y, si bien no brilló, marcó una clara diferencia sobre su rival, el 13° cabeza de serie, en los momentos decisivos.
El suizo apena le quebró una vez el servicio al sueco, en el noveno game del primer set. En tanto, Soderling tuvo dos oportunidades de quebrarle el saque a Federer, con el marcador 4-4 en el tercer parcial, pero no las pudo aprovechar.
Ante una cancha central llena de gente y en la que el calor provocó la aparición de los abanicos en las tribunas, el suizo volvió a festejar, como ya es una costumbre para él, sobre todo en ese escenario. "Fue un partido difícil, peligroso", admitió Federer.
El esfuerzo y el trabajo de Soderling lo contrarrestó Federer con su técnica, ya que en los pocos puntos largos que se jugaron demostró por qué es considerado el jugador más completo del circuito gracias a su variedad de golpes.
Pese a la derrota, Soderling cerró su participación en el torneo londinense con su mejor actuación en Wimbledon, donde había acudido en seis ediciones y donde nunca había pasado de la tercera ronda.
Entre las claves de la victoria de Federer se destacan los 23 aces conseguidos, frente a los 16 de su rival, así como el número de errores no forzados del suizo (apenas ocho) fue muy inferior en comparación con los 25 de Soderling.
"No hubo muchos peloteos, tal vez no resultó divertido para la gente. Pero mantuve la calma y esperé que se presentasen oportunidades", reconoció el suizo.
El suizo dice que está recuperando la confianza, que lo abandonó a comienzos del año, luego de que Nadal lo desplazó de la cima del tenis.
"No hay escenas de pánico, como hace unos seis meses. No me sentía bien. No sabía qué jugadas hacer. Ahora me siento perfecto", aseguró.
Federer quedó a apenas tres victorias de otro título grande. Igual, es consciente de que ahora se viene el tramo más difícil, contra los rivales más exigentes.
En Wimbledon, Federer busca seguir escribiendo historia grande. Si logra la corona, será la sexta en Londres, ya que triunfó entre el 2003 y el 2007 de manera consecutiva, y además logrará el récord mundial de 15 títulos de Grand Slam. En su reciente conquista parisina, ya igualó la marca de 14 éxitos del estadounidense Pete Sampras.
Como si fuera poco, si el suizo gana este campeonato, recuperará el puesto N° 1 del ránking de la ATP, ahora en poder del español Rafael Nadal, quien justamente lo superó al helvético el año pasado, en una finalísima de cinco sets.
El rival de Federer en cuartos de final será el croata Ivo Karlovic (22°), quien venía de conectar 102 aces en sus triunfos previos en Londres. Esta vez, el gigante logró otros 35 saques directos y derrotó al español Fernando Verdasco, séptimo preclasificado, por 7-6 (7-5), 6-7 (4-7), 6-3 y 7-6 (11-9).
El que sigue avanzando es el alemán Tommy Haas, ex top-ten y ahora 24° favorito, quien se impuso al ruso Igor Andreev (29°) por 7-6 (10-8), 6-4 y 6-4. Así, el germano logró su mejor actuación en este Mayor, ya que había llegado a octavos en el 2007.
El adversario de Haas en cuartos será el serbio Novak Djokovic, N° 4 del ránking, quien venció al ofensivo israelí Dudi Sela por 6-2, 6-4 y 6-1.
Hasta la fecha, el mejor resultado de Djokovic, ganador en el 2008 del Abierto de Australia, en Wimbledon fue en el 2007, cuando alcanzó las semifinales, mientras que el pasado año cayó en la segunda ronda frente al ruso Marat Safin, su salida más temprana en Londres.
En lo que va de esta temporada, el cuarto favorito, que se preparó de cara a Wimbledon compitiendo en el torneo de Halle (Alemania), lleva ganados dos títulos: en Dubai y en Belgrado, en cemento y arcilla, respectivamente.
Con esta victoria, el serbio arruinó el sueño de Sela, que buscaba convertirse en el primer tenista israelí en meterse en los cuartos de final en el All England Club, desde que comenzó la era abierta al profesionalismo (en 1968).
El que volvió a avanzar, pero sufriendo muchísimo fue el australiano Lleyton Hewitt, campeón de Wimbledon 2002 y ex líder de la ATP. Perdía 2-0 en sets y se recuperó para superar al ofensivo checo Radek Stepanek (23°) por 4-6, 2-6, 6-1, 6-2 y 6-2.
Ante una multitud, apoyado en su gran contragolpe y una gran gran inteligencia para tomar la iniciativa en momentos claves, Hewitt combatió, como es su costumbre, y logró una hazaña con su sello, para el delirio de un numeroso grupo de 'aussies'.
El rival del australiano en cuartos será nada menos que el estadounidense Andy Roddick (6°, dos veces finalista en Londres) que volvió a jugar en gran nivdel y se deshizo del checo Tomas Berdych (20°) por 7-6 (4), 6-4 y 6-3.
"Es, sin duda, mi mejor tenis hasta la fecha. He estado muy agresivo y creo que he hecho un buen trabajo moviéndole la bola", comentó el norteamericano nada más terminar el encuentro en la pista 1.
Roodick admitió que se lo está "pasando genial" y apuntó que le parece "un honor" jugar en este "grande", y eso, dijo, "siempre lo tengo en cuenta".
La gran esperanza británica, el escocés Andy Murray, logró pasar a los cuartos después de superar un bajón de juego en el primer set de partido y sufrir lo indecible en el cuarto y quinto para vencer a Stanislas Wawrinka, tras lo que se medirá con el español Juan Carlos Ferrero.
Murray, tercero en la clasificación de la ATP por detrás de Nadal y Federer, comenzó el partido dubitativo y concedió el primer set a un acertado Wawrinka, el cabeza de serie número 19 del torneo, lo que hizo que el nerviosismo se dejara notar entre el público que asistía a la pista Central de Wimbledon y que se hizo más patente si cabe en el cuarto set, que también perdió.
Precisamente el suyo fue el primer partido de la competición que se ha jugado desde el principio y hasta el final con el techo retráctil después de ser inaugurado en este torneo una vez iniciado el duelo anterior, donde se enfrentaban Dinara Safina y Amelie Mauresmo.
El partido terminó a las 22.40 horas, cuando ya no había luz natural, lo que obligó a hacer uso de una de las innovaciones que aporta este techo retráctil, que permite jugar de noche gracias a los 72 focos de luz indirecta y 48 de luz directa que cuelgan de él y que aportan un nivel de luz horizontal de 3.200 luxes y vertical de 1.900 luxes, según la organización del torneo.
Con la ausencia de viento, una temperatura estable y bastante más eco -todo ello provocado por el cierre del techo-, Murray se deshizo por 2-6, 6-3, 6-3 7-5 y 6-3 del suizo Wawrinka, a quien a medida que pasaba el partido se le vio más descentrado y con menos fortuna, cometiendo un total de 59 errores no forzados.
El británico recuperó la suerte que le abandonó en la primera fase del duelo, como cuando Wawrinka envió una pelota que se dirigía claramente fuera y que, milagrosamente, cambió de dirección al golpear en la red y entró.
Murray desató la locura entre el público que asistió al partido -al que se le oía mucho más debido precisamente a que la pista estaba cerrada- y que lo animó con el típico "Come on Andy" durante las más de tres horas y media que duró su enfrentamiento con el suizo.
El partido fue uno de los más emocionantes de lo que va de torneo, sobre todo el cuarto set, en el que tras desaprovechar el suizo una gran oportunidad de romper el servicio de su rival con 4-4 en el marcador, se anotó los tres siguientes juegos para acabar imponiéndose y forzar el quinto y definitivo set.
El escocés mostró entonces algunos signos de fatiga, aunque en el quinto set sacó fuerzas para imponerse, no sin dificultad -comenzó con un 3-0 y el suizo le igualó-, y cerrar así su pase a la siguiente ronda cuando la noche ya había caído en el barrio londinense de Wimbledon.
El número tres del mundo dejó la tradicional flema británica a un lado para celebrar los puntos ostensiblemente, gritando y con los puños cerrados y golpeando la raqueta o incluso su cabeza para lamentarse por los que perdió, en una muestra más de que el partido fue todo menos fácil para él.
Murray es el jugador británico que ocupa un puesto más alto entre los cabezas de serie de Wimbledon desde que Roger Taylor fuera también número tres en el año 1973, lo que sumado a su buena temporada -ha llegado a los cuartos de final en tres de sus últimos cuatro "Slams"- le ha convertido en la gran esperanza del Reino Unido.
Ferrero tendrá el miércoles la oportunidad de vengar su derrota en la semifinal del torneo de Queen's de este año, la única ocasión en la que ambos se han enfrentado y que acabó del lado del británico, quien fue el vencedor del torneo.
El español se clasificó también hoy para la siguiente ronda tras eliminar en tres sets al Gilles Simon, octavo cabeza de serie del torneo.