Roger Federer sigue a pie firme en París

Federer se impuso a Wawrinka por 6-3, 7-6 (5) y 6-2 en una hora y 56 minutos, y Soderling a Cilic por 6-4, 6-4 y 6-2 en 16 minutos menos. El cuadro los ha unido como estaba previsto en cuartos, y el suizo saltará con la ventaja de sus 12 victorias, las últimas en los octavos de Wimbledon y en los cuartos del Abierto de Estados Unidos el año pasado, encuentros que siguieron al de París.
Si Federer gana tendrá dos premios, pues extenderá su propio récord de semifinales del Grand Slam a 24 y, de paso, asegurará acabar el torneo como número uno del mundo, y así igualar las 286 semanas al frente de la lista del estadounidense Pete Sampras.
Sin ceder un set hasta cuartos de final, Federer noqueó a Wawrinka provocando la ira de su compatriota y amigo con el que ganó la medalla de oro olímpica en Pekín hace dos años, que cuando cedió el desempate, tras fallar una fácil volea de revés en la red, destruyó literalmente su raqueta, golpeándola varias veces contra el suelo.
Soderling levantó el puño con garra tras deshacerse de Cilic en un gran partido de fuerza y habilidad, en el que consiguió el 72 por ciento de primeros saques y a una media de 200 kilómetros por hora. El sueco ya no es una sorpresa en tierra batida, y este año ha disputado la final de Barcelona al español Fernando Verdasco.
Tiene mucha fe en si mismo, y hoy lo demostró con un genial golpe de revés a dos manos desde el fondo, y de espaldas a la red, que cruzó la pista para dejar hecho una estatua a Cilic, ganador de dos torneos este año, en Madras y Zagreb.